lunes, 9 de noviembre de 2020

Así empiezo yo...

Nunca se me hizo fácil empezar algo. Mis inicios, así como mis finales, son realmente discutibles... 

Pero, y a pesar de lo que pase en medio, me sacudo las alas, respiro profundo y me pongo al trabajo, sea que empiece bien o mal. 

Lo más importante es dar el primer paso... 

Y solo Dios sabe cuánto tiempo me ha llevado dar este primer paso. Entre mis miedos, mis temblores de manos, la sudoración y, claro, la ansiedad generalizada; la falta de temas a tocar y, obviamente, la inspiración huidiza; ahí, yo, sola en medio de un mar de letras, me escondía debajo de la cama para simplemente ponerme a pensar en que quiero escribir pero no puedo, o no hallo las fuerzas... o no tengo el valor suficiente para vaciar mi mente del griterío que es adentro. 

Entonces... debo ponerme a pensar... 

o a maquinar mis próximas movidas...

¿Importa realmente que haya alguien que lea esto que escribo?

Me gustaría... No... en realidad me ENCANTARÍA que hubiera alguien ahí, leyéndome. Y que sea más de uno, o veinte, al menos. Es una catarsis extraña la de escribir, pero funcionará. 

Contaré historias, escribiré poemas, dibujaré con lápiz y papel, tomaré mil y un temas o me centraré en uno solo. Quizás no haga nada. Quizás lo haga todo. Quizás solo empiece vagando en mis propios pensamientos... 

Pero será corto, lo prometo. 

Y a esto, uniré música... 

Unos temitas que son parte de mi alma, que cuentan parte de mi vida, que significan algo. Y si alguien, ahí en el mar de la vida, se ve reflejado en mis escritos, bienvenido eres, Extraño. Siéntete en casa... 


4 comentarios:

Sesión XIV - Dormach

  Yo te vi suspirando como si nada pasara, como si sencillamente una sensación de alivio atravesara tu cuerpo de lado a lado, calentando tu ...