Había pensado en tí
en mi oscuridad sin sueño,
noches insomnes sin esos brazos tuyos
rodeando mi cuerpo.
Había pensado en tu voz
cantándome al oído...
canciones de cuna luminosas
que adormecían mis ojos
y me envolvían en noches felices
en tu abrazo.
Había pensado en tus labios
hablándome despacio...
susurrando poemas de amor en mis oídos...
había pensado en tu respiración,
agitada, cuando volábamos
juntos en los desiertos de nuestra piel
unida;
relajada, cuando tu cabeza
reposaba adormitada en mi vientre
y mis dedos jugaban
enredándose en los rizos de tu cabello.
Había pensado en tí...
y en tu desaparición abrupta
que me hundió en lagos de llantos;
en esos sueños en los que a veces te veo
brillante y sonriente,
rebosando de luz;
en que tus ojos no me miran...
Te siento cada vez más lejos...
pero mi pensamiento aún no te abandona.
Mierda...
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